miércoles, 20 de agosto de 2008

Entre desiertos

¡Por fin hemos roto con la idílica monotonía de Los Álamos y nos hemos lanzado a explorar los alrededores! (entíendase esto en dimensiones americanas, que vienen a ser primas hermanas de las dimensiones vascas: que si una Coca-Cola, un bidón; que si una hamburguesa, una vaca recién salida de un baño de salsa barbarcoa; que si un desierto, ¡pues toma millas de secanar pa que te aburras!).

Así pues, nos armamos de paciencia y empezamos nuestro camino hacia el sur del estado, pasando por pueblos como Madrid, Los Lunas, Doña Ana, Valencia, Los Gonzales, Socorro, Las Cruces... todos muy americanos.

¡Voy camino a Sooooria............!

Camel rock: este cacho de piedra da nombre
a un casino indio cercano a Los Álamos.

La única excepción a la sensación de estar haciendo un tour por el desierto de los Monegros, la marca Truth or Consequencies (Verdad o Atrevimiento) que es un pueblo en mitad del desierto que decidió por sufragio universal cambiar el nombre de la villa de Hot Springs (Manantiales calientes) a T&C en honor a un programa cinquentero de la televisión americana (indudablemente salió ganando en glamour en el cambio).

Un poquito de desierto.

Un poquito más de desierto.

¿Y qué será esto? Pués sí, efectivamente, Soria. Digo... más desierto.


Nuestro destino fue White Sands National Park (Parque Nacional de Arenas Blancas), que es un impresionante desierto blanco en mitad de un impresionante desierto rojo.

Entrada al parque (construcción típicamente Nuevo Mexicana).
16:00 horas, 40ºC



La mujer mosca.
16:30 horas, 50ºC


17:00 horas, 58ºC


17:30 horas, 78ºC


18:00 horas, ¡Vamos a morir!


18:30 horas, ¡Agua............! ¡Agua.......... por caridad!


19:30 horas, ¿Estamos muertos? Sólo veo luz blanca a mi alrededor

Un encanto adicional de este parque, es que justo al lado se lanzó la primera bomba atómica, que cómo no, fue construida en Los Álamos. Así que vamos de oca en oca...
La dosis de radiación a la que nos estamos sometiendo empieza a ser preocupante y hace dos noches que Paula emite una luz verdosa un tanto sospechosa, y cuando abre la boca el haz de luz me da en los ojos y no hay Dios que pegue ojo.


Paula intentando hacerme una radiografía
con su visión de rayos X
recien adquirida
tras el paseo por el parque.



Paula, que no pierde ocasión para aleccionarme en los misterios de la física, mostrándome de una manera didáctica cómo actúa la fuerza de la gravedad.


Yo nada convencido todavía de la onmipotencia de dicha fuerza:
"¿Y podrá esa gravedad mover mi culo?".



¡Qué alegría, qué alborozo! ¡Funciona!
¡Eureka, por fin he entendido a Paula!

Y claro, después de tanta emoción, tanta excitación y tanta deshidratación, nos pusimos rumbo a Alamogordo donde encontramos un motel de carretera, de esos en los que aparcas en la puerta de tu habitación, con cama de dos metros por dos, canal porno y biblias en las mesillas. Y allí Paula se dedicó a resplandecer plácidamente toda la noche y yo a roncar cual bebé y a soñar con la cosa esa de la gravedad....

A la mañana siguiente, ya hidratados y tras haber abandonado la forma de uva pasa y haber recuperado la de ser humano, nos encaminamos hacia nuestro siguiente destino: Carlsbad Carverns National Park (Parque Nacional de las Cavernas de Carlsmalo).
Por el camino nos paramos a desayunar en un pequeño pueblo al estilo del Viejo Oeste en mitad de las montañas rodeado de abetos gigante (porque si algo tiene este país es que en cuestión de pocas millas puedes pasar del desierto más extremo a un bosque frondonsísimo).


Supernena, con un aspecto casual y desenfadado, disfrutando de su café
mientras se interesa por la hora en Burro Street


HellHull (la cosa sentada en el banco), con aspecto forzado y enfadado,
tras enterarse de la hora que es.


Y tras recorrer un par de cientos millas llegamos por fin a las cavernas. No os diré más que es uno de los sitemas de cuevas más grandes del mundo ¡Qué se dice pronto! Y además, tiene una de las colonias más grandes del mundo de murciélagos sin cola mexicanos (¡Wowwwwwwwww!) ¡Ahí es nada!.




Entrada a la cueva. Paula con su entrenadísimo ojo de murcieróloga
fue capaz de sacarme de la típica confusión de profano
y señalar que lo que yo creía que eran pájaros
saliendo a comer a las 10 de la mañana
en realidad eran feroces quirópteros desvelados
sedientos de sangre.





Interior de la cueva.
Una versión superhormonada de les Coves de Sant Josep
(La Vall d'Uixò)



Bajo del maaaar, bajo del maaar.....

Estalagmita desafiando la moralidad estadounidense.
La verdad es que nos lo pasamos teta (perdón por la broma fácil).

Por la noche, los murciélagos salen de la cueva y por lo visto es un espectáculo. Hay una especie de anfiteatro para que puedas verlos pero desafortunadamente no pudimos quedarnos. De todas maneras os dejamos un video de alguien que sí que pudo.



Ya de camino a casa, con los ojos como platos y la boca desencajada de ver tantas maravillas. Nos encontramos una última sorpresa: ¡Roswell! Que igual tú dices "¿y qué?, yo paso todos los sábados por Rocacúper" Pero es que en Rocacúper, amig@ mio, y aunque parezca lo contrario, no han aterrizado extraterrestres.
Así que salimos del coche y pisando con garbo nos dirigimos a explorar esta bella ciudad, porque aunque a nosotros no nos lo pareció debe de ser bella, porque si unos extraterrestres de entre todos los lugares de la tierra decidieron visitarla, pues es que algo tendrá (para que quede claro, todavía no hemos encontrado ese algo).


Museo de OVNIs y centro internacional de investigacion ufológica.


La Coca-Cola gusta hasta a los marcianos.

Y esta fue nuestra última parada en nuestro primer fin de semana por las Americas. Y colorín-colorado, el próximo fin de semana a Colorado, a ver a Sara y Nacho.

1 comentario:

Joel Jones Pérez. dijo...

Mujer mosca... me quitaron las palabras de la boca.

Y pa que la Pauliña se traume nuevamente y no vuelva a querer ver murcielagos nunca mas en su vida, permitanme recomendarles buscar "histoplasmosis" en Wikipedia.